En 1519 Hernán Cortés y su gente contemplaron por primera vez el corazón del México Antiguo: el valle y sus lagos y la gran ciudad de Tenochtitlan. A estas primeras visiones impresionantes del México prehispánico siguieron pronto otra gran variedad de imágenes. Unas se debieron a los misioneros, otras a oficiales de la Corona o viajeros ilustres, consignadas en las obras de conquistadores y frailes, humanistas, historiadores, filólogos y arqueólogos para transmitir el gran desarrollo del mundo nuevo colonizado por el continente europeo. La explotación colonial permitió el nacimiento de la gran industria, creándose el mercado mundial que dividió el planeta en países productores y países proveedores de materias primas.

Hablamos del triunfo de la industria capitalista y la emergencia de una clase media burguesa y liberal; del surgimiento de economías y Estados en una región geográfica del planeta. El tradicionalismo medieval, la superstición de las Iglesias, la irracionalidad que dividía a los seres humanos en clases altas y bajas según su nacimiento, se modificó en un individualismo secular y racionalista —dominado por el pensamiento ilustrado y la explotación en los continentes de ultramar— direccionado hacia la búsqueda del progreso, el aumento en conocimientos y tecnologías, y su propagación hacia el mundo entero.

La constitución de una hipercultura, con sus yuxtaposiciones, simultaneidades y disyunciones se fue formando de lo nuevo, adquirido de un mundo que agrandaba sus límites y se volvía un mercado con grandes vías de intercambio comercial, un espacio de posibilidades que se transformaba en un territorio de gran riqueza, hoy denominado Europa.

La Unión Europea, cuyo universo cultural contiene este número de Luvina, permite mostrar un sistema de ideas entretejido con diversas estéticas. Un grupo de nudos significantes que provienen de las literaturas nacionales de los veintisiete países que la integran, además de Ucrania, a través de auténticos y originales textos literarios. Y los enlaces y conexiones de las distintas literaturas, compuestos por referencias históricas, filosóficas y literarias compartidas, además de sus ecos preexistentes.

Luvina ofrece un terreno semántico donde se encuentran autores y lectores, en esa capacidad del lenguaje de ficción de transgredir fronteras y dar forma a una larga e intrincada historia. Por ello, el lector encontrará géneros literarios heterogéneos que superponen y atraviesan distintos periodos de tiempo para conquistar la espacialidad de la cultura europea actual.

Contenido

In memoriam: Raúl Padilla López (1954-2023)

Páramo